El que sabe, sabe
Nadie sabe cómo, nos encontramos discutiendo en plena Bubamara de dónde venía el viento. Sé que probablemente están pensando que fue todo producto de nuestra imaginación, pero aunque había tanta gente que uno no podía revolear los pies como djindji rindji bubamara lo exige sin tirarle el unza unza a alguien, la correntada acaparaba todos nuestros venidos a menos sentidos. Era demasiado viento.
Mi idea era que venía del techo, que supuestamente estaba abierto, viendo que el color no era homogéneo y parecía un cielo sin estrellas. Para los demás eso era imposible. Hasta el techo eran como quince metros.
Creo que discutimos alrededor de quince o veinte minutos. Se terminó cuando habló el negro.
N: -¿de qué viento hablan?
Se zarpa.
2 Comments:
nos quedó como un frío mental
14:58
nadie save nada
23:57
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