lunes, noviembre 27, 2006

Ahora sabemos por qué

'Para él la mañana era una hora mala, a la que temía y que nunca le había traído algo bueno. Nunca estuvo realmente contento en alguna mañana de su vida, nunca cometió una buena acción antes del mediodía, nunca tuvo tuvo buenas ocurrencias, ni generó alegría para sí mismo o para otros. Sólo con el transcurso de la tarde, de a poco, entraba en calor y revivía, y sólo al anochecer -durante sus días buenos- se volvía fructífero, despierto y, a veces, ardiente y alegre.'

De 'El lobo estepario', Herman Hesse (está claro que el Nobel se lo dieron por este párrafo)